Estocolmo

”Ulla, mi Ulla”. Así comienza una famosa balada sueca del trovador del siglo XVIII Bellman. Trata sobre su amante, Ulla Winbladh. Este restaurante toma este nombre y lo combina con una gran tradición. Se encuentra situado en la isla de Djurgården. Aquí se sirve cocina sueca tradicional durante todo el año.

El conocido chef Niklas Ekstedt ha creado una cocina en la que los platos se preparan con los métodos originales, sobre una llama abierta. La extraordinaria calidad y la excelencia artesanal son característicos de los restaurantes de Ekstedt, así como la atención por los ingredientes y elementos de la cocina escandinava. El ambiente es acogedor, cálido y rústico, expresado con materiales naturales. Ekstedt recibió su primera estrella Michelin en 2013.

Lilla Ego es un nuevo restaurante de barrio en Vasastan, donde el amor por la gastronomía sueca se refleja en todas sus propuestas. Los dos propietarios son chefs galardonados que sirven platos de lujo a un precio razonable, en un entorno informal y acogedor.

En 2007, uno de los chefs más reconocidos de Suecia abrió su primer restaurante en una ubicación magnífica dentro del Grand Hôtel, con vistas al Palacio Real. La cocina de Dahlgren lleva a otros niveles los ingredientes y la cultura culinaria sueca. Un experiencia extraordinaria, tanto en el plato como en el propio comedor, además de los incomparables sabores.

En un sótano medieval del casco antiguo, encontrará este clásico restaurante. Es propiedad de la Academia Sueca, encargada de seleccionar al Premio Nobel de Literatura. Según cuenta la leyenda, muchos premios Nobel se han decidido en las habituales reuniones de la Academia que se celebran aquí. El menú está compuesto por clásicos de la cocina sueca, con interesantes toques contemporáneos.

En este lugar no hay rastro del minimalismo sueco. Visitar el restaurante Le Rouge es como retroceder a la Francia del fin de siglo. Aquí se sirven menús clásicos franceses e italianos y la tradición tiene más peso que la modernidad. No se pierda el bar justo al lado, Le Bar Rouge, que se ha convertido rápidamente en uno de los lugares más populares de Estocolmo.