Mechelen

Het Anker no alberga solamente una fábrica de cerveza y un hotel, sino también una gran brasserie que prepara recetas de comida con cerveza belga. Cada plato se elabora con una cerveza típica. La brasserie ha sido renovada recientemente, pero no ha perdido su ambiente auténtico de bar belga. El estofado malinois con Gouden Carolus es la especialidad de la casa. También recomendamos el plato malinois más típico: el cuco malinois.

De Zondvloed es un concepto único en Flandes. La tienda está repleta de libros nuevos, de segundamano y antiguos. La planta más alta alberga un salón de café donde puedes disfrutar de zumos y especialidades deliciosas como el té iranés. Allí encontrarás la tranquilidad disfrutando de una bebida de calidad y un buen periódico.

Kaffee-ine se considera como la versión malinois (y más barata) de Starbucks. Pero es conocido sobre todo por su slow coffee, hecho de productos orgánicos y biológicos. Encima del bar de café se encuentra un espacio lounge con confortables sillones. No te pierdas el Hollywood: un café con nata y trocitos de malteser. Para las personas a las que no les gusta el café: también sirven un delicioso chocolate.

El fundador de Le Pain Quotidien, Alain Coumont, quiso regresar a sus orígines y empezó a buscar la receta del pan natural y rústico de antes. Le Pain Quotidien prepara su pan de manera artesanal. Siéntate en la mesa común y prueba el brownie único, hecho sin harina, o la famosa bomba de chocolate.