Si alguna ciudad tiene una historia que contar, esa es Basilea. Rodeados por modernas edificaciones, un casco antiguo bien conservado, las tres imponentes puertas de la ciudad y la catedral son testigos de tiempos pasados.
La ubicación privilegiada a orillas del Rin y la colina Münsterhügel, de importancia estratégica, ya atrajeron a los celtas en la Edad de Bronce al llamado «codo del Rin», antes de que los romanos convirtieran Basilea en una importante encrucijada comercial. Aquí se fundó la primera universidad suiza en 1460, convirtiendo la ciudad en un centro del humanismo y la imprenta.
¿Cómo sigue la historia? En tus manos está decidir en qué capítulo de ella quieres profundizar. Una cosa sí es segura: se respira el pasado de Basilea en cada uno de sus rincones.