Varsovia

La antigua zona industrial del barrio de Praga es toda una cantera de proyectos y lugares curiosos. Aquí encontrarás estudios de artistas y empresas que ofrecen servicios de lo más inusitado. Para conocer el espíritu del lugar participa en los acontecimientos culturales o adéntrate en el único Museo de los Neones de Europa en el que más de 200 piezas brillan con luz propia. Es un lugar imprescindible para todo aquel que se considere un fan del street art.

Nave de estilo secesionista construida a principios del s. XX, hoy en día y tras unas obras de reforma integral es uno de los referentes en el mapa gastronómico y social de Varsovia. Hala Koszyki ofrece bares y restaurantes de moda en los que cada tarde se reúnen personas que le proporcionan a la ciudad su ambiente especial. Una cena, una exposición, o cualquiera que sea el motivo para venir aquí es una oportunidad para enterarte de las últimas tendencias en gastronomía urbana y conocer la vida de la capital.

Los techos ajardinados de la biblioteca universitaria son de los más grandes de Europa y los más bellos. Se componen de dos espacios claramente delimitados, superior e inferior, unidos mediante una cascada. El jardín pone a la vista del visitante diferentes especies vegetales plantadas en zonas de distinta configuración. Todas ellas conectadas a través de pasarelas, puentes o pequeños caminos, con unas vistas excepcionales de Varsovia.

Hace tiempo eran vehículos muy del día a día, hoy perfectamente recuperados son un verdadero atractivo para el visitante y un transporte a bordo del cual conocer la ciudad. Son varias las empresas que ofrecen este servicio. Súbete al autobús “Jelcz”, más conocido por su sobrenombre de "El Pepino" que hace honor a la forma que tiene, o alquila uno de tantos Fiats 126p., o los “peques”, y será como entrar una máquina del tiempo que te hará retroceder varias decenas de años.

¡Esto sí que es viajar en el tiempo! Este excepcional museo te dejará en pleno comunismo, con su piso típico, tiendas de un vacío legendario en sus estantes, un dispensador de agua mineral callejero o las oficinas del Comité Central del partido. En su interior también podrás conocer a través de una muestra temática la historia del sindicato “Solidaridad”. No es casual tampoco la sede del museo, que ocupa un edificio de estilo real socialista de los años 1950, por aquel entonces una fábrica de las Industrias Ópticas Polacas.

En Varsovia, ¡el arte está en las calles! Desde los trabajos realizados por los escultores más famosos, obras que encajan perfectamente con la tranquilidad de la vegetación que las rodea, a través de las instalaciones luminosas, pinturas murales, grafitis como los del muro del Hipódromo (Tor Wyścigów Konnych), hasta las graciosas, aunque no pocas veces comprometidas, pegatinas, las “vlepki”. En los barrios de Praga o Muranów podrás apreciar curiosos ejemplos de murales. Estate alerta también en la c/ Jana Pawła II y su rotonda Rondo Sedlaczka, parte de las pinturas enlaza con la historia de la ciudad, como las obras que recuerdan el alzamiento de 1944. Verlos es ver cómo el arte urbano cambia a Varsovia y a su gente.

Si un sábado o un domingo de estos, por la mañana, te apetece tomar algo delicioso, sorprendente o poco estándar, las ferias del desayuno son para ti. Aquí encontrarás cuanto desees, sean platos vege, productos sin gluten o productos ecológicos. La feria más conocida se organiza en el barrio de Żoliborz, pero hay más, cada barrio cuenta con lugares igualmente conocidos, algunos al aire libre.