El parque, que conforma una extensa zona verde en torno a la residencia de verano del último rey de Polonia, Estanislao Augusto Poniatowski, es uno de los lugares de paseo preferidos por los vecinos de la capital. En su recinto podrás encontrar varias orangeries, un anfiteatro e incluso un jardín chino. Y entre los atractivos de Łazienki, sus inquilinos permanentes: las ardillas y los pavos reales. Muy recomendada es la visita al Palacio de la Isla (Pałac na Wyspie), cuyos interiores despliegan una gran variedad de decorados y albergan una galería de pinturas. El parque es famoso por sus Conciertos de Chopin que se celebran a las 12:00 y a las 16:00 horas todos los domingos de verano. Para disfrutar de la música basta con acercarse a la estatua de Chopin, sentarse sobre el césped y escuchar.

Isla Mágica es un parque de atracciones emocionante y moderno con siete áreas temáticas diferentes que representan diferentes episodios de la historia española del siglo 16. Este es un lugar donde toda la familia puede disfrutar en la montaña rusa, jugar al golf en miniatura, probar uno de los cuatro juegos de agua diferentes o explorar el barco pirata.

El Palacio de Wilanów representa una de las joyas del arte barroco de Varsovia. Por breves momentos el visitante puede sentirse como el gran vencedor de la batalla de Viena, el mismísimo rey Juan III Sobieski, quien residió aquí junto a su amadísima Marysieńka. Paséate por el parque y por los interiores del palacio, visita la Galería del Retrato o escucha las historias de grandes amores. A pesar de las vicisitudes de la historia polaca, incluidos los repartos, guerras o la ocupación, el palacio y su jardín han conservado su forma original. Es un lugar de visita obligada. Y en invierno el jardín centellea con miles de luces que lo convierten en el Jardín Real de la Luz.

Con más de un siglo de antigüedad, el Speicherstadt en el puerto es el mayor complejo del mundo integrado por almacenes. Aquí, los visitantes de Hamburgo encontrarán una muestra idílica de arquitectura gótica de ladrillo rojo de la era Wilhelmine, con originales frontones y torres. Tras sus enormes muros se almacenan mercancías de gran valor a temperaturas controladas: café, té, cacao, especias, tabaco y el mayor stock del mundo de alfombras orientales. Desde 2015, Speicherstadt, Chilehaus y Kontorhausviertel son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.