Conducir y degustar vinos es una mala idea: necesitarás un chofer. Uno que se adapta a tu horario, te recoge directamente de tu hotel y te lleva por los mejores viñedos de Emilia-Romaña. Explora una auténtica bodega local y disfruta de tres vinos exclusivos, como Malvasia, Lambrusco y Trebbiano. Por supuesto, una selección de delicias complementará el vino, al igual que las vistas panorámicas del campo.

El museo de arte moderno de Amberes (M HKA) es un museo internacional con una colección propia y exposiciones temporales. Además de presentar variadas colecciones y cuatro grandes proyectos al año, el museo ofrece también un variado programa.

Malmö presenta una mezcla interesante cuando hablamos de arquitectura, con una fuerte influencia de Dinamarca y el resto de Europa. En Kungsparken, encontrará la galardonada Biblioteca de la ciudad. El edificio consta de un ala más antigua y otra más nueva, ambas interconectadas. El ala más moderna, "El Calendario", fue diseñada por el arquitecto danés Henning Larsen. En Stortorget, a un tiro de piedra de la estación central de Malmö, se encuentra el ayuntamiento. El edificio se construyó en 1546, pero ha registrado importantes cambios a lo largo de los siglos. Helgo Zettervall (1860) transformó la fachada con un estilo renacentista holandés. En otro lado de la gran plaza, se encuentra la Casa de Koc kska, que es una de las viviendas del siglo XVI mejor conservadas de Malmö construida en ladrillo rojo, con un hastial escalonado profusamente decorado. En la actualidad, alberga en sus sótanos uno de los restaurantes más conocidos de Malmö: Årstiderna (The Seasons). Detrás del ayuntamiento, podrá ver el campanario de St. Petrikyrkan, el edificio más antiguo de Malmö que fue construido con ladrillos, a principios del siglo XIV, siguiendo el estilo gótico báltico. Parte de los cuadros medievales de los sótanos de la iglesia se descubrieron y restauraron a comienzos de 1900.

Los neoyorquinos tienden a evitar Times Square a toda costa, y orgullosamente proclaman lo mucho que lo odian, pero pararse entre las enormes carteleras, luces neón, y multitudes de turistas es una experiencia inimitable. Es una intersección agitada y abrumadora, pero de cierta forma representa la emoción de visitar la animada ciudad de Nueva york.