Artis Royal Zoo fue el primer zoológico establecido en los Países Bajos, y se encuentra justo en el centro de Ámsterdam. Es un lugar donde la naturaleza y el patrimonio cultural se unen. Admira los peces tropicales en el acuario - uno de los muchos monumentos históricos en el Artis. Viaja en el tiempo en el planetario. Mira las jirafas galopando entre los cebras, gacelas y ñus. Camina a través de la histórica Casa de Aves y estudia las numerosas especies de aves. Te sorprenderás por la diversidad de animales que comparten el bosque tropical en la Casa Forestal renovada. Rodéate de cientos de mariposas en el pabellón de la mariposa. Da un paseo por el parque histórico, con sus árboles centenarios y una multitud de plantas. Cada hoja, árbol, animal, construcción y exhibición tiene su propia historia que contar.

Impresionantes edificios y un gran ambiente hacen que el centro antiguo sea fantástico para pasear. Las calles revestidas de mármol son algunas de las más fascinantes del mundo. La calle principal, Stradun, comienza con un antiguo monasterio y termina en una gran plaza. En todo el casco antiguo, encontrará muchos restaurantes, cafés y tiendas de souvenirs.

El Cordero Místico, de título completo “La Adoración del Cordero Místico”, de los hermanos Van Eyck fue presentado en 1432 y está reconocido mundialmente como cumbre artística y como una de las pinturas más influyentes jamás realizadas. Visitarlo es algo que no puede faltar en ninguna estancia en Gante. Sus 18 paneles en total presentan una mágica evocación bíblica que contiene, entre otras cosas, un retrato del donante y administrador eclesiástico Joos Vijd y de su esposa Elisabeth Borluut. El monumental Cordero Místico fue pintado sobre paneles de roble cubiertos de finas capas de una mezcla de tiza y cola de origen animal. Las figuras se aplicaron mediante numerosas capas de óleo. La combinación de trabajo de miniatura y pintura traslúcida aporta una dimensión adicional, como podrá comprobar de primera mano cuando esté ante esta obra maestra. Parece que la pintura emite un resplandor interno, un fulgor divino. Hubert Van Eyck pintó una parte del políptico del Cordero Místico, pero no pudo terminarlo. Se piensa que su hermano menor Jan, un maestro absoluto de la pintura, habría completado esta obra magistral unos años tras la muerte de Hubert.