Emilia-Romaña podría ser la mejor región de Italia para la exploración culinaria. Visita un productor de prosciutto como Salumificio Conti, una de las fábricas locales de jamón de gestión familiar que produce el mítico Prosciutto di Parma DOP. Pasa algún tiempo con los creadores de Parmigiano Reggiano, quienes han mantenido vivos los métodos tradicionales desde que los monjes benedictinos inventaron el proceso hace 10 siglos. Cuajado en los típicos calentadores de cobre, salazón y crianza final en las llamadas catedrales de rueda. Prueba la obra maestra salada al final, por supuesto. Haz tu viaje más largo y conoce los secretos del mejor vinagre balsámico en Tenuta Medici Ermete. Parma es la puerta de entrada al patrimonio culinario de Italia. Con muchos recorridos, puede optar por conducir usted mismo o conseguir un conductor para una experiencia más relajada.

La famosa iglesia del 'Michel' de Hamburgo no es solo el templo barroco más importante del norte de Alemania, sino que también puede considerarse uno de los faros más altos, ya que sirvió de importante punto de referencia para las embarcaciones que viajaban por el río Elba. La plataforma de observación de 106 metros de altura ofrece unas maravillosas vistas panorámicas de Hamburgo y del puerto, sobre todo de noche.

Un recorrido a pie de medio día pone de relieve la famosa cocina de Parma con paradas en los restaurantes y tiendas favoritos de los lugareños. Explora las principales atracciones de la ciudad y haz paradas para disfrutar de pequeños bocados e historias interesantes de los vendedores de comida. Comienza con una visita a una Prosciutteria tradicional y pruebe Culatello di Zibello, Salame Felino, Coppa, Culaccia y Spalla Cruda. A continuación, explora la selección en una tienda de pasta fresca y prueba diferentes envejecimientos de queso Parmigiano Reggiano en una tienda de delicatessen. Explora los bistrós tradicionales para disfrutar de una copa de vino exquisito. Prueba la comida callejera de una antigua tienda de sándwiches. Obtén un postre hojaldrado en una pastelería y termina con un helado artesanal cremoso y refrescante.

El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), está situado en pleno casco histórico de Alicante, frente a la Basílica de Santa María. Abarca un total de 4.700 m2 que se destinan a exposiciones, conferencias y conciertos de música de cámara. Como pilar básico, este museo que aspira a convertirse en uno de los espacios dedicados al arte contemporáneo más importantes de España, cuenta con los fondos de la Colección de Arte Siglo XX, donada por Eusebio Sempere a la ciudad en 1978, así como obras de Chillida, Picasso, Dalí y Miró entre otras.