El Puente de San Miguel es el lugar perfecto para las almas románticas y también para las cámaras. Aquí se puede sacar una serie de selfies espectaculares, ya que, mire hacia donde mire, está rodeado por la encantadora belleza de Gante. Las vistas se vuelven aún más mágicas al caer la noche, cuando todos los monumentos históricos se iluminan con una luz especial.
Como comprobará, en el Puente de San Miguel se quedan para siempre los corazones de todos los ganteses y visitantes.
El Puente de San Miguel aporta a su escapada a Gante un momento único. Tómese una pausa, disfrute y contemple el panorama de postal: el Graslei y el Korenlei con la Antigua Lonja del Pescado, el Castillo de los Condes de Flandes en la lejanía, la Iglesia de San Miguel, la parte trasera del Pand y, por supuesto, las 3 icónicas torres de Gante en fila. Solo desde este puente puedes capturar a las tres en una sola imagen.
El puente de San Miguel solía ser un puente plano con una plataforma giratoria, pero fue sustituido por arcos de piedra a principios del siglo XX. En el medio del puente hay una hermosa linterna central con una estatua de bronce de San Miguel.¡Momento para foto sin duda alguna!
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