La arena negra de ónix de Reynisfjara se forma a partir de la actividad volcánica en Islandia: cuando la lava choca con el océano, se enfría rápidamente y se rompe en pequeños fragmentos de basalto. Con sus enormes pilas de basalto (aparecen en Juego de tronos y según la leyenda son troles petrificados), rugientes olas del Atlántico y vistas impresionantes, Reynisfjara es ampliamente considerada como el ejemplo más hermoso de las playas de arena negra de Islandia. Las pilas de mar a lo largo de la costa son el hogar de miles de aves marinas que anidan, como frailecillos, fulmares y araos, una visita obligada para los observadores de aves. La visita a Reynisfjara está incluida en la mayoría de los tours por el sur de Islandia. Conducir aquí también es una buena opción, ya que está a solo 180 km de Reikiavik.

Las creaciones del famoso arquitecto Jože Plečnik (1872–1957) dejaron huella en tres ciudades de Europa Central: Viena, Praga, pero sobre todo su amada ciudad natal de Liubliana. El objetivo de Plečnik era insuflar una nueva vida en Liubliana rediseñándola para convertirla en una obra maestra integral. Entre los puntos de interés más importantes se cuentan el Puente Triple, el Puente de los Zapateros, el edificio de la Biblioteca Nacional y Universitaria, el teatro de verano Križanke, el cementerio Žale y otros.

El Parque Tivoli es el pulmón verde de Liubliana. Se encuentra en la periferia de la ciudad y asciende gradualmente hacia Rožnik, que está atravesado por numerosas sendas recreativas. No obstante, el Parque Tivoli ofrece muchas alternativas además de los paseos. Aquí se encuentran dos de los museos principales de Liubliana en antiguas mansiones, se incluye una popular zona de exposiciones al aire libre, un bonito estanque y una cafetería, además de un invernadero que alberga una exposición permanente de plantas tropicales.

Aunque los georgianos no son los mayores admiradores de su herencia soviética, este gran ejemplo del brutalismo de los años 70 de Tbilisi no debe perderse. Construido sobre pendientes empinadas en la calle Nutsubidze, es una de las construcciones más peculiares que jamás verás. Los tres bloques de apartamentos están conectados por un puente que los atraviesa. Desde el puente aéreo, también puedes ver una bonita vista de las zonas residenciales de Tbilisi. Una vez que esté arriba y cruce el puente, gire a la derecha y camine por las calles sinuosas y admire el saber hacer arquitectónico del Cáucaso: adiciones semilegales a bloques residenciales de todas las formas, tamaños y materiales.